¿Y cuánto daño nos hemos hecho a través del Pensamiento Mágico?


Qué barbaridad… cuánto daño nos hemos hecho a través del Pensamiento Mágico las féminas.
Ahora conocido el tema y verificado desde el mismísimo plexo, es inaplazable hacernos cargo… porque  como dice un gran Maestro y amigo de mis almas, lo importante para sanar es “hacernos cargo” o como otros sostienen, sólo la acción genera el cambio.
Y así es mujeres: tenemos la varita mágica sanadora en nuestra mente y en nuestro equilibrio, el remedio está en trabajar en nuestro armonía entre el masculino fluido que nos integra  y el divino femenino retenedor que nos enaltece, pero que también si se lo permitimos, nos puede conducir, de la mano del ego engañador, a la enajenación, al sufrimiento, a un círculo vicioso de quieros y de expectativas que por supuesto, nunca se colmarán.
¿Y de qué se trata? De una investigación de seriedad profunda que realizó la psicóloga chilena Pilar Sordo; en la que sostiene que es el pensamiento mágico idílico el que nos conduce a vivir  en una queja continua. “Ese ideal de cómo debo ser y cómo deben funcionar las cosas boicotea permanentemente nuestra felicidad. Vivimos de la ilusión, nos compramos un shampoo soñando que el pelo quedará liso y ultra brillante; una crema que eliminará la celulitis instantáneamente, o el adelgazante que te dejará como top model. Como nada de esto se cumple al pie de la letra, nos frustramos inconscientemente y buscamos culpables externos”.  
Y nada que decir cuando esperamos que nuestra pareja o nuestros amigos predigan exactamente lo que estamos pensando, y como no son adivinos pues nunca cumplirán 100%  nuestros deseos, por  allí se aumenta la pita de la insatisfacción que es preciso cortar cuanto antes.
Siendo verdad que nosotras retenemos por esencia, pues desde nuestra biología estamos concebidas con un útero que nos ha programado para contener - y que el hombre  poco retiene, se queja menos, valora más lo que tiene y avanza fácilmente en los conflictos- es nuestro deber estar permanentemente atentas para auto observarnos cómo están funcionando es nuestra mente nuestros pensamientos  de acuerdo a las  premisas antes expuestas. Preguntarnos si estamos esperando más de la cuenta, reflexionar si estamos verbalizando lo que deseamos, trabajar en el fluir y en no permanecer enganchadas en expectativas imposibles de cumplir pues obedecen a una cuenta del ego y no de nuestra sabiduría
O confesémonos, quién podrá dar en el clavo de la total asertividad cuándo soñamos una respuesta a interrogantes  tales como  cómo me veo? Si dicen que lindas, sentimos que están mintiendo o exagerando, si expresan que bien, interpretamos desinterés, si  nos responden que no tan bien, lo leemos como grosería; o sea que persistentemente sentiremos carencia de una respuesta que nos satisfaga. O cuántas veces un regalo no ha sido el adecuado porque simplemente no se ajusta a los ideales que nos imaginamos, el encuentro nos es el soñado o el viaje se desmorona porque factores externos no se ajustan a lo maquinado por nuestros pensamientos.
El propósito es entonces hacer audibles los pensamientos ante nuestro corazón y verificar si lo que esperamos, soñamos o idealizamos  sí se ajusta a una realidad compasiva  y a un pedido del corazón amoroso… para entonces no tener pensamientos sino pensaciertos como dijo  el Mamo  Kogui Banqui, y estar más cercan@s al amor incondicional y a nuestro verdadero poder!